CVII
El furgol
en España
A Peter Handke,
Gloria Fuertes y
Muchachito Bombo Infierno
España
es un país
rodeado
por mucha agua,
muy
amante del furgol.
Nacemos
con una pelota
en los
pies,
en la
cabeza y en las manos.
Jugamos
a muerte
cuando
jugamos al furgol.
Y con
una pelota
sabemos
cómo tratar
y qué
esperar en cada situación.
Si le
damos una patada fuerte
y va a
parar a Francia,
nos la
devuelven sin dar las gracias,
si por
el contrario va a parar a Portugal
se la
quedan y nos dan las gracias.
Si va
aparar a África,
no vuelve,
como cuando
no volvimos nosotros,
pero
envía negros, negras y negritos
en
condiciones lamentables,
como si
fuera de juego continuara la jugada.
Lo preocupante
es que cuando va a parar al mar,
todos
salimos detrás de ella,
por eso
la costa está tan poblada.
Nos
cuesta recuperarla, pero siempre,
tarde o
temprano la recuperamos
y continúa
el partido.
Pero
a veces pasan cosas desgraciadas
con
el mar, que no es Francia ni Portugal,
pero
sí África
y
nunca sabes cómo reaccionará,
a veces
está encrespado y enfadado
y
eso hace que muchos niños
que
han acudido a recoger la pelota
sean
arrastrados a las profundidades.
Son
nuestros niños perdidos,
que
después se harán hombres fracasados,
maridos
maltratadores,
jefes
hijos de puta,
políticos
corruptos
y
banqueros desalmados.
Toda
esa tropa de hombres miserables.
Eso
nos pasa porque jugamos
con
la pelota, mucho,
y
con los niños, poco.
Entonces
cuando caen al mar
sabemos
qué hacer con la pelota,
para
continuar el partido,
pero
no qué hacer con los niños,
para
poder continuar con la vida.
Algunos
dicen que si no tuviésemos
mar,
eso no pasaría
y
tienen razón.
Pero
eso es complicado
porque
mover un país es difícil.
Y si
lo movieras,
¿A
dónde lo llevarías?
Hay
agua por todas partes.
Pero
eso, los que culpan al agua,
no
quieren oírlo.
Terminan
diciendo,
que
una pelota, un niño,
¿Qué
más da?
Yo,
eso no lo veo claro,
somos
un país de muchas pelotas
pero
el agua tiene más.