IC
Lo que le
pasa a los demás
Que
escapen de aquí hasta las piedras.
Sólo he
de quedar yo,
atrapado
en este vello que sueña con invasiones,
atrapado
a su vez en la huida,
soñando
siempre con la vuelta,
repitiendo
intentos que ponen en marcha
otras
singladuras.
Pero yo
como el topo,
que
ciego sigue adelante,
como el
castor
que
impotente,
no por
eso deja de vencer al agua,
liquido
terco,
insisto,
insisto.
Me
desespera la amenaza de un porqué,
maldigo
la lógica y la filosofía,
a la
vez que mis músculos sucumben.
En
realidad asistimos a un espectáculo
y todos
saben, todos menos el actor,
como se
ve el tiempo en las cuestiones zanjadas,
ese
verdín que habla de él y lo ve pasar, placido y frío.
Porque
goza de la rara habilidad de engañarlo siempre.
A
nosotros la vida nos lo impide.
Qué viejos
los demás, dice el muy cabrón,
que se
jacta de caminar con las piedras.
Y es
entonces, que alguien,
alguien
esperanzado te está mirando.