sábado, 21 de octubre de 2017

XCIV





XCIV




Sangre que desata lazos de vida



A  Pepe
Un enorme ser humano
Fuimos amigos.
R.I.P.

Pedazo de cabrón,
te has tenido que morir
siendo buena persona.
¿No podías haber sido
un poco hijo puta unas semanas,
que yo al verte muerto
me alegrase?
Y no que me has dejado acongojado.
¡Cuántas tardes de pesca te arruiné!
¡Cuántas veces intentaste leer
los libros de los que te hablaba!
Pero no hubo manera
de hacer de mí un pescador,
ni de ti un lector.
A mí me mareaba
la amorosa cadencia del mar,
no digamos las tormentas.
A ti tanta letra
con la que no poder hacer
algo, no digamos
los cuentos míos que te endosaba.
Pero siempre nos unió
el amor a la vida.
Estoy seguro de que si
hubiésemos podido,
como el replicante de Blade Runner,
a Dios,
le hubiésemos dado pa’l pelo.
Enseñarnos la vida,
dotarnos para sentirla
tan intensamente,
y tan corta.
A ti ya se te ha acabado,
amigo.
A mí se me acabará.
Ojalá que la enfrente
con el valor y la sabiduría
que tú has mostrado
y que hasta el final
la homenajee, como tú,
guerrero rendido, pero no derrotado,
como se merece,
la vida,
 apurándola,
tan emocionante
y tan corta.
Adiós, amigo.
Ya vuelas
libre.
Un
honor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario