sábado, 28 de noviembre de 2015

XXI


XXI




De soberbias e igualdades


Yo, voy a dejar de pensar,
que soy portador de millones de semillas,
capaces de originar
ejércitos de soldados,
pueblos multitudinarios,
masas de hombres y mujeres
capaces de llenar la tierra.
A dejar de verme como un nuevo Adán,
si fuera preciso.
Pero tú, mujer, tienes que hacer lo mismo.
Deja de pensar que llevas la vida dentro
de ti, que de ti
surgen ejércitos de soldados,
pueblos multitudinarios,
masas de hombres y mujeres,
capaces de llenar la tierra.
A dejar de verte como una nueva Eva,
si fuera preciso.
Pues la realidad es, que no sabemos
por qué, que no hicimos nada para ello.
Que nos ha sido dado,
sin tener que dar nada a cambio.
Que le damos demasiada importancia,
cuando en realidad, igual, sólo es,
nada.
Concebir como una hoja de hierba,
concebir como ser polvo,
concebir, concebir.
No encumbremos nuestra figura,
si el mar majestuoso es humilde
y lame incansablemente.

lunes, 23 de noviembre de 2015

XX

XX



Puertas

Para que alguien
Con alguien
no atraviese la puerta
que no quieres que sienta
que no quieres
que ha atravesado la puerta,
hay dos posibilidades:
O la haces tan pequeña
que no pueda pasar,
o tan grande
que no sepa que la ha atravesado.
Jamás cerrarla,
pues eso le permitiría abrirla.

domingo, 15 de noviembre de 2015

XIX



XIX


El cañón de la vida


¡Qué consuelo tan absurdo
da dormir abrazado a un cuerpo!
¡Qué despropósito decir
que amas a tu hijo
que acaba de nacer,
al que no conoces
ni sabes cómo actuará!
La impaciencia de la bala.


miércoles, 11 de noviembre de 2015

XVIII




XVIII


Teatro, se ha dicho tantas veces
(Oración para ciscarse)

Al fin y al cabo
todo se reduce a un espectáculo.
Un verdadero,
prolijo,
consistente
y bien hilado
espectáculo.
Porque, no de otra,
se podía haber desarrollado
la obra.
Todos actores y espectadores,
todos actados y espectados.
El guión, implacable.
Entras y sales a tu pesar.
No hay fama, no hay sueldo.
Sólo hay.
Eso es todo.
Algunos traen a cuento la realidad.
Debe estar en su guión.
Son los grandes actores.
A mí me hubiera gustado,
más que otra cosa,
estar en la tramoya.
Pero no dejan,
dicen que es cosa de Dios.
Amén.